martes, 19 de mayo de 2015

Consejos para realizar una correcta exposición oral



 
EXPRESIÓN CORPORAL

1- Cuidar la apariencia personal así como nuestra postura, que debe ser erguida tanto de pie como sentado. Es importante mover las manos de manera significativa, apoyando nuestro discurso.



2- No hablar hasta que la atención del auditorio esté centrada en el orador y mirar continuamente al público, no dándole la espalda ni mirando a las nubes pues, además de no perder su contacto, hace disminuir el nerviosismo.


EXPRESIÓN VERBAL

3- La primera frase es fundamental para captar al público, por ello podríamos empezar diciendo: “¿Sabíais / sabían que...?”
4- Hablar alto y claro, pues una voz inaudible es un desperdicio de palabras. Sería recomendable hablar siempre como si se dirigiese uno a la(s) persona(s) de la última fila.



5- Procurar cambiar el tono, el volumen y la velocidad de la voz a lo largo de la exposición para no caer en la monotonía.






ORDEN EN LA EXPOSICIÓN

6-  Comenzar con una introducción o explicación breve de los puntos que se van a tratar y comentar el porqué de los mismos.
7-  Seguir un orden y una estructura en el discurso con ayuda de un guión organizado y esquemático.

8- Controlar el tiempo previsto, pues en tensión el discurso se desarrolla con mayor rapidez.
9- Finalizar haciendo una síntesis y sacando conclusiones.  La última frase (al igual que la primera) es fundamental para dejar una buena sensación.


MATERIALES DE APOYO 

10- Utilizar medios audiovisuales y la pizarra, evitando cometer faltas de ortografía, pero
nunca leer el discurso ni depender demasiado del guión: los discursos leídos suelen ser aburridos. La exposición también se puede ilustrar con objetos significativos o simbólicos que tengan que ver con el tema.


OTROS CONSEJOS
Respecto a los nervios:
- El nerviosismo previo a la actuación pública es inevitable y necesario, ya que gracias a él se produce la secreción de la adrenalina, que despierta y tonifica las funciones del cuerpo y de la mente. Antes de empezar se recomienda respirar hondo o beber un vaso de agua.

- Nunca se deben revelar los sentimientos internos al auditorio diciendo “soy un saco de nervios” o temblando ante él.

- Si nos confundimos o algo no va según lo previsto, pedimos inmediatamente perdón y seguimos tranquilamente con nuestro discurso. 

- Controlar  los tics o movimientos nerviosos que delatan nuestro estado de ánimo. Evitaremos introducir las manos en los bolsillos, atusarnos el pelo, hurgar en el oído, meter el dedo en la nariz, mover papeles de un lado para otro, jugar con el bolígrafo, mordernos las uñas o movernos demasiado de un lado a otro de la sala. Hay que tener en cuenta que lo importante son las palabras y que los movimientos distraen a la audiencia.

Respecto al contenido
- Conocer el tema a la perfección, de forma que se aprecie que el ponente ha asimilado el tema, ha reflexionado sobre el material consultado y por lo tanto relaciona los conceptos, los problemas, los datos, etc. En definitiva, preparar, pulir y rematar bien el discurso.
- Las pausas son el arma más útil del orador, por ello se debería realizar una pausa antes de contar algo importante. 
- Ser ameno y original, que no parezca una copia.
- Evitar el uso de una palabra determinada cuando no se está seguro de su significado.
- El entrenar, el prepararnos, el practicar y el ensayar da seguridad y confianza en uno mismo.
Para acabar:  

- No ir hacia el asiento nada más terminar.
- Invitar a la gente a participar y a que hagan preguntas sobre el tema.















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